Restauración de suelos en ermita: un trabajo de precisión al servicio del patrimonio

En Brosalux&Ros no solo tratamos suelos modernos o de uso industrial. Una parte esencial de nuestro trabajo es la intervención en edificios históricos, donde la limpieza, el pulido o el abrillantado de suelos requieren no solo técnica, sino también respeto, sensibilidad y conocimiento del patrimonio. Hoy queremos compartir un proyecto muy especial: la restauración integral de los suelos en una ermita centenaria situada en la provincia de Zaragoza.

Esta actuación nos permitió devolverle el esplendor a un espacio con gran valor simbólico, arquitectónico y emocional para los vecinos de la zona. Un lugar que ha sido testigo de generaciones, celebraciones religiosas y momentos de recogimiento, y que merecía recuperar la dignidad que el tiempo y el uso habían desgastado.

Un pavimento desgastado por el paso del tiempo

La ermita, de planta rectangular y con pavimento original en piedra natural combinada con baldosas cerámicas tradicionales, presentaba un evidente deterioro en toda su superficie. El tránsito de fieles, la humedad, las filtraciones por capilaridad y la ausencia de tratamientos durante décadas habían hecho mella en el suelo: zonas ennegrecidas, manchas de cera, piezas sueltas y pérdida total de brillo.

El primer paso fue una evaluación completa del tipo de material, su estado y las posibilidades de restauración sin alterar la naturaleza histórica del espacio. En Brosalux&Ros creemos que restaurar no es sustituir, sino intervenir de forma mínima y efectiva para recuperar la belleza original sin borrar su historia.

Plan de intervención: restauración respetuosa y duradera

Una vez validado el diagnóstico con el equipo responsable de la ermita, propusimos un tratamiento dividido en fases, adaptado a la tipología mixta del pavimento y a la necesidad de actuar con extremo cuidado para preservar cada elemento.

Fase 1: limpieza técnica especializada

El primer reto fue eliminar las capas de suciedad acumuladas durante años sin agredir la superficie. Aplicamos una limpieza manual y mecánica combinada, utilizando productos neutros y desincrustantes suaves compatibles con piedra y cerámica antigua. La prioridad era eliminar restos de ceras, polvo sedimentado y marcas orgánicas sin afectar a la pátina original.

En zonas delicadas, como el entorno del altar y las piezas ornamentales, optamos por limpieza exclusivamente manual, respetando juntas y bordes con pinceles de precisión.

Fase 2: reparación y rejuntado

Detectamos varias piezas despegadas, rotas o desniveladas. Procedimos a su reposición cuidadosa, empleando adhesivos minerales compatibles con los originales. En el caso del suelo cerámico, restauramos también varias juntas y fragmentos, reponiendo el dibujo de forma casi imperceptible.

Este paso fue fundamental para garantizar no solo la estética, sino también la seguridad del pavimento para los usuarios del espacio.

Fase 3: pulido superficial

Con maquinaria rotativa y discos de grano fino, realizamos un pulido suave en toda la superficie de piedra, eliminando microarañazos y mejorando la uniformidad sin borrar el envejecimiento natural de la piedra. En este tipo de espacios, no se busca una perfección brillante, sino un acabado satinado y digno, acorde con el carácter del lugar.

Fase 4: abrillantado y protección

Finalmente, aplicamos un producto abrillantador mineral sin siliconas, que aporta brillo natural y protección frente a la humedad sin alterar la transpirabilidad del material. Esto fue clave, ya que muchas ermitas carecen de aislamientos modernos y no toleran productos sellantes impermeables.

El resultado fue un acabado uniforme, limpio y luminoso, que realzó las texturas del suelo original y devolvió armonía visual al conjunto arquitectónico.

Resultado final: una ermita que vuelve a lucir con dignidad

El impacto visual tras la intervención fue inmediato. Los tonos originales de la piedra y la cerámica resurgieron, el suelo recuperó su nivelación y la luz natural del edificio volvió a reflejarse en una superficie limpia, ordenada y acogedora.

El equipo de la parroquia y los vecinos que frecuentan la ermita quedaron gratamente sorprendidos. Muchos comentaban que hacía décadas que no veían el suelo tan bonito. Para nosotros, fue un orgullo contribuir a la conservación de un espacio con tanto significado para la comunidad.

Restauramos sin alterar: nuestro compromiso con el patrimonio

Este proyecto demuestra que, con la metodología adecuada, es posible intervenir en suelos antiguos con total respeto al valor histórico y estético. En Brosalux&Ros contamos con una división especializada en la restauración de suelos patrimoniales, que combina experiencia técnica, maquinaria adaptada y un profundo conocimiento de materiales tradicionales.

Trabajamos con parroquias, ayuntamientos, fundaciones y arquitectos especializados en conservación para dar una segunda vida a suelos con siglos de historia. Cada intervención se planifica al detalle, se documenta y se ejecuta con responsabilidad.

¿Tienes un suelo histórico que necesita restauración?

Si gestionas una ermita, iglesia, edificio protegido o espacio singular, y necesitas asesoramiento para recuperar el estado original de sus suelos, no dudes en contactar con Brosalux&Ros.

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En Brosalux&Ros restauramos superficies, pero también rescatamos historias. Tu suelo merece volver a hablar por sí mismo. Nosotros nos encargamos.

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